
Hoy quiero hablarte de una enfermedad cada vez más frecuente: el síndrome del experto en redes sociales para el mundo de la cultura (o cualquier otro).
Sé que te puede sorprender.
Pero se está convirtiendo en una epidemia.
Nuestras empresas culturales siguen necesitando como hace muchos años, buscar nuevas formas de conectar con la sociedad.
Y por eso las redes sociales son para muchas un mundo por descubrir.

Pero el problema comienza cuando se empieza a ver el potencial de las mismas en estas organizaciones.
Entonces es cuando muchos de los encargados de la gestión de muchas de estas empresas, fundaciones y otro tipo de colectivos, comienzan a parecer esta rara enfermedad.
El síndrome del experto en redes sociales para el mundo de la cultura.
Enfermedad que tiene cura.
Pero su tratamiento es costoso e intensivo.
Algo que te explico al final de este artículo.
Síntomas del síndrome del experto en redes sociales para el mundo de la cultura
Los síntomas de esta patología cultural son muchas veces difusos.
Suelen comenzar después de haber tenido un primer contacto con las redes sociales.
El afectado toma decisiones sobre las redes sociales de su institución cultural con autoridad y decisión aparente, pero sin conocimientos.
A veces después de haber leído alguno de los muchos libros de autoayuda que hay en el mercado para hacerse uno mismo un plan de medios sociales.
O alguno de los muchos que existen para ser un buen Community Manager.
Los indicios para saber si alguien de tu entorno sufre el síndrome del experto en redes sociales para el mundo de la cultura son los siguientes:

- No tiene cuenta personal en Facebook o enTwitter.
- Si las tiene no las usa (normalmente porque no sabe cómo hacerlo).
- Comete faltas de ortografía relacionadas con las redes sociales (escribe Tweeter en lugar de Twitter o twit en lugar de tuit).
- De hecho no sabe que la Real Academia de la Lengua acepta “tuit” o “tuitear“.
- Piensa que, para hacer una campaña en Facebook, solo tienes que buscar en Google cómo desarrollarla.
- No es capaz de distinguir entre un buen profesional en redes sociales y alguien que simplemente sabe cómo abrir una cuenta y escribir un tuit.
- Cree que un congreso sobre redes sociales es un lugar donde se puede invitar a Google y a Facebook para que te lo subvencionen.
- No confía en las estadísticas de redes sociales porque simplemente no saben cómo funcionan.
- No sabe lo que es un KPI (y no le importa).
- Piensa que un becario que lleve las redes de la empresa es la mejor opción cualificada para hacerlo.
- Tiene por seguro que las redes sociales son gratis y por tanto no le debe costar (demasiado) dinero el que alguien las lleve.
- Suele juzgar a verdaderos profesionales de las redes sociales como si tuviera más criterio que ellos mismos (equivocándose en seleccionar a aquellos que no le van a saber ayudar).
- Finalmente suele caer en las redes de agencias de comunicación creadas por antiguos periodistas o especialistas en marketing tradicional reciclados y que saben menos que ellos sobre cómo llevar las redes sociales de manera profesional en el mundo de la cultura.
- Siempre preguntan ¨cuánto puedo vender en redes sociales¨ en lugar de preguntar ¨cuánto me va a costar¨.
- No les importa dejar inactivas durante meses o años las cuentas de sus empresas culturales.
- No saben lo que es una crisis de reputación ni que sin quererlo ellos mismos la pueden originar.
Remedios contra el síndrome del experto
Los síntomas pueden aparecer todos juntos o de manera gradual, pero su mezcla produce que la curación del síndrome sea más complicada.
La mejor manera para hacerlo es comenzar con una cura de humildad.

Reconocer que el mundo de las redes sociales es más complejo de lo que parece.
Que alguien no aprende a hacer un plan de medios buscando en Google.
O a ser community manager comprándose un libro.
Como en música, el maestro se hace no solo con estudios.
Sino con práctica y aprendiendo de los errores que te deja cometer la experiencia.
Y que precisamente eso, la experiencia en el sector cultural y en redes es lo que hace a un profesional alguien válido para su empresa.
No un libro.
Ni una agencia.
O un curandero de redes sociales.
Por eso mi consejo es cuando detectes un caso del síndrome del experto en redes sociales para la cultura, le dejes que lea este artículo.
Porque con la curación empieza con una rigurosa autocrítica.
Pero ten cuidado.
Este síndrome es muy contagioso.
¡Qué bueno David!¡ Me ha encantado este post!
¡Querida Esther!
Me alegra mucho que te haya gustado.
Gracias por tu comentario y a o contagiarse 🙂
Saludos,
David
Genial post!
¡Muchas gracias, Eva!
Saludos,
David
Muy cierto, David,
es tan complicado saber moverse correctamente en el mundo de las redes virtuales que en el mundo físico. No somos conscientes de esa dificultad cuando nos lanzamos a la aventura o creemos que no va a resultarnos tan difícil con cocimientos básicos en informática . Pero hay que estudiar y practicar para conseguirlo. Es todo un repto!
Enhorabuena por tu sabia reflexión.