
Reformar la educación musical es un reto para cualquier gobierno. Y más cuando este gobierno se acaba de formar. Por un lado, porque los partidos políticos que optan a unas elecciones no prestan mucha atención en sus programas electorales a la música o la cultura.
Por otro porque los nuevos presidentes no están bien asesorados por equipos demasiado alejados en muchas ocasiones de la realidad del sector.
La educación musical es una oportunidad para cualquier sociedad avanzada.

Un instrumento para aportar valores a este mundo tan necesitados de ellos.
Y no solo para los niños.
Para todas las edades.
El objetivo de una enseñanza musical de calidad en un país debe ser hacer accesible para todos la posibilidad de participar de manera activa del hecho musical.
Algo que no solo debe centrarse solo en la música clásica.
Abarcando todo el espectro musical desde el folclore hasta la música Pop pasando por el Rock o el Jazz y acabando por las especialidades más experimentales de la misma.
Además de toda la enseñanza musical del sistema educativo obligatorio.
Por eso he preparado esta breve guía en 5 pasos para gobiernos electos.
Con 10 medidas URGENTES necesarias para reformar la educación musical.
PASO 1: conocer los beneficios de la música
El primer problema para un nuevo gobierno es saber por qué una educación musical de calidad es tan importante para nuestra sociedad. Sin ir más lejos, a un niño al que se le facilita acceder a la música de forma activa, le estamos ofreciendo entre muchas otras cosas:
- Una forma de aprender a socializar y colaborar con los demás.
- La posibilidad de aprender a trabajar en equipo.
- Desarrollar su forma de pensar: pensamiento abstracto, asociativo y lógico.
- Aumentar sus capacidades intelectuales.
- Trabajar en un plano creativo, algo imprescindible para aprender a solucionar problemas.
- Saber cómo respetar y tolerar a su entorno y las personas que se desarrollan en él.
- Potenciar su autoestima.
- Aprender a escuchar.
- Estimular sus sentidos.
Una sociedad formada en su mayoría por individuos tolerantes, empáticos, sociales y acostumbrados a trabajar en equipo es una sociedad que avanza.

Una sociedad que además será capaz de elegir a sus gestores de una manera más responsable.
También un buen presidente del Gobierno.
Que no solo busque el impacto electoral con medidas cortoplacistas.
Medidas que no sientan las bases para una sociedad plenamente desarrollada en el futuro.
Y por ello es fundamental reformar la educación musical.
PASO 2: analizar el sistema de educación musical y su historia
La historia de la educación musical en España no es tampoco del todo ejemplar. Comenzado el siglo XX, en un primer decreto del 18 de abril del 1900, se crea el Ministerio de Instrucción pública y Bellas Artes, el que se encargaría de la educación tanto pública como privada.
Pero la música se considera como un espectáculo y no como una especialidad en sí, reducida a una asignatura de ¨canto¨ en la incipiente educación española.

No será hasta la II República (1931-1936) cuando la música y la educación musical sea reconocida como una parte fundamental de la cultura.
Recayendo por primera vez en el Estado la responsabilidad de la actividad educativo-cultural y el acceso universal a la misma.
De esta manera se crean los primeros cuerpos de funcionarios de maestros y catedráticos.
La educación musical, incluida dentro de la educación general, será una cuestión de Estado.
Se crea así en 1931 la Junta Nacional de Música que velará por estos principios y reformará la educación musical del periodo.
Una característica importante de este periodo es la de garantizar la calidad y la formación de los maestros de música.
Obligados a reciclarse y adquirir nuevos conocimientos para cumplir los objetivos establecidos.
La guerra civil supuso un parón en este progreso educativo, reduciéndose la educación musical a la enseñanza de canciones populares y patrióticas.
En 1945, a raíz del comienzo del régimen franquista, la música adquiere un segundo plano en la enseñanza primaria.
Reduciéndose su presencia en las aulas a las asignaturas de menos importancia o complementarias.

La educación musical se paraliza y la formación del profesorado se descuida notablemente.
Sin embargo, en Europa, al mismo tiempo, surgen los movimientos pedagógicos musicales más importantes del siglo XX.
Dalcroze, Ward, Kodály, Willems, Orff o Martenot por poner algunos ejemplos.
Después de diversas reformas y leyes, entre los que se encuentran el plan de 1968 con el que yo mismo estudié, la historia se repite cada cierto tiempo.
Y no de la manera más eficaz.
También en democracia.
En lugar de construir para crear una educación musical de calidad, se deshace lo que los gobiernos anteriores hicieron.
Algo que se repite especialmente las últimas 3 décadas.
PASO 3: aprender de los errores de los últimos 30 años
La historia de fracasos en las sucesivas reformas de la educación musical se repite especialmente los últimos 30 años.
En 1990 se crea la LOGSE (Ley orgánica General del Sistema Educativo).
Un paso adelante por hacer de la música una asignatura obligatoria en los colegios.
Creando la figura universitaria del Maestro en educación musical.
Sin embargo, la formación de estos y los medios con los que contaban, fueron del todo insuficientes para un plan tan ambicioso.

Lo que hacía que muchos de esos maestros llegaran a las aulas sin medios y sin formación.
Cantidad sin calidad.
En la formación de los músicos profesionales se aumentó la parte práctica musical reduciendo el valor de las asignaturas teóricas.
Un intento de comparar la formación musical con una habilidad manual lejos de la realidad intelectual del músico profesional.
La LOE (Ley Orgánica de Educación) trajo en 2006 una disminución de la importancia de la música tanto en primaria como en secundaria.
Un atraso teniendo en cuenta que se puso la música a la altura de la educación plástica, con la que compartía espacio educativo en las aulas.
Pero por si no fuera suficiente, en el 2013 la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa), convierte a todas las enseñanzas artísticas en asignaturas de libre asignación.

Haciendo que cada comunidad autónoma puede decidir si hacer que la música forme parte del currículo o no.
Un desastre.
Y una desigualdad tremenda entre comunidades.
Dejando en manos de políticos locales la legislación y la regulación de elementos muy importantes para la formación del maestro, el alumno y el futuro profesional de la música.
Pero por si no fuera suficiente, las leyes aplicadas al funcionariado artístico hacen que cada comunidad imponga normas específicas para la selección del profesorado.
Con leyes como la de la Ley de Incompatibilidades, que son obsoletas y no tienen ningún sentido.
O condicionando el cuerpo de profesorado a hablar una de las lenguas de la Comunidad en su nivel más alto.
¿Qué mejor profesor puede haber que aquél que es capaz de desarrollar a diario su actividad musical en orquestas, como solista o dando clases en otros centros europeos?
PASO 4: formar un equipo interdisciplinar de expertos
Los profesionales de la música y la educación musical deben tener voz en el Parlamento.
Asesorando a políticos sin formación musical.
Que también sufrieron en su día de una educación musical precaria que les no les permite decidir con solvencia en una cuestión fundamental para la sociedad.

Los políticos deben darse cuenta de que reformar la educación musical debe ser un hecho transversal, interdisciplinar y al margen de cualquier ideología.
La educación musical debe ser una cuestión de estado que debe estar legislada por parámetros de calidad musical.
Y no por criterios políticos o administrativos.
Por eso es muy importante contar con un panel de expertos independientes y sin carné político que puedan asesorar de manera objetiva a nuestra clase política.

Creando las bases para un amplio debate donde las directrices musicales y artísticas prevalezcan sobre cualquier otro tipo de interés.
No se puede dejar que las enseñanzas musicales estén condicionadas por un sistema de selección basado en criterios obsoletos.
Favoreciendo a aquellos profesionales que no se reciclan ni ejercen de manera activa su profesión desde hace años.
Con un sistema de puntos donde en algunas oposiciones el ser capaz de tocar un instrumento que se va a enseñar después, apenas cuenta en el cómputo general.
Algo que sonroja a todos aquellos que ejercemos esta profesión desde hace años dentro y fuera de España.
PASO 5: adoptar 10 medidas urgentes para reformar la educación musical
No son todas las medidas necesarias ni tampoco las únicas que deberían tomarse.
Soy consciente de ello.
Pero las 10 medidas que considero prioritarias serían:
- Formación de calidad para el profesorado (tanto de enseñanzas primarias o secundarias como del profesorado de nuestros conservatorios).
- Reformar la Incompatibilidades del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas permitiendo una mayor libertad para ejercer la profesión musical.
- Crear una comisión estatal que regule la educación musical en toda España y la contratación y formación del profesorado.
- Desarrollar programas de fomento de la práctica musical entre minorías y grupos desfavorecidos.
- Implantar la música como enseñanza obligatoria en primaria y secundaria ipartida por profesorado de calidad.
- Recuperar la figura de la escuela musical para garantizar el acceso a la práctica musical a toda la sociedad.
- Reformar los conservatorios para convertirlos en las universidades musicales que nuestros futuros músicos necesitan para formarse, reciclando el cuerpo de profesorado y dotando a estos de medios suficientes.
- Reforzar la colaboración a nivel internacional para realizar intercambios de formación de alumnos, pero especialmente de profesores de música.
- Potenciar la colaboración entre comunidades autónomas a la hora de desarrollar un plan integral nacional de educación musical.
- Equiparar la enseñanza superior de música a las enseñanzas universitarias, dotando a nuestros conservatorios con medios y recursos humanos con rigurosos estándares de calidad.
¿Me ayudas a completar esta lista con tus ideas?
Excelentes propuestas, David. Poco más se puede añadir. En realidad, España cuenta ya con algunas (aisladas) buenas iniciativas en todos esos ámbitos educativos; un primer paso sería reconocerlos, crear redes de colaboración educativa, promover que puedan replicarse…
Tal como tu apuntas, la calidad en la formación del profesorado en las universidades y conservatorios es una de las claves para cambiar el futuro. Pero antes, es necesario que la educación artística aparezca en las agendas de los políticos…
un saludo!
Querido Ignasi,
muchas gracias por tu comentario. Sin duda existen iniciativas aisladas muy loables por la dificultad del clima en el que se desarrollan. Pero lo que sería ideal es que la legislación y la colaboración educativa dieran como fruto un sistema más ágil, eficaz y universal.
Estoy de acuerdo contigo con que una de las asignaturas pendientes, y lo es desde hace muchas décadas, es la formación del profesorado, en la que no hay que dejar de lado la propia práctica instrumental en el caso de los profesores de estas disciplinas. El músico de calidad, puede enseñar con calidad. Y si encima le gusta y disfruta enseñando con unas condiciones mínimas, además lo hará con calidez.
Un saludo,
David
Como siempre, un placer leer tus artículos tan acertados y como dice Ignasi en el comentario anterior, poco se puede añadir.
Algo que creo sería importante cambiar, es la visión que se tiene de los estudios musicales profesionales , tan variada según las personas y sus circunstancias ( tanto culturales y económicas, como ideológicas).
A mí me ha pasado que estando con amigos ( profesores la mayoría ) salió el tema de la compatibilidad de los estudios para los alumnos que están en el instituto y el conservatorio al mismo tiempo. Cuando hablé de la iniciativa de un instituto de Madrid que tiene un concierto con el conservatorio para adaptar y hacer compatibles los estudios de los alumnos en ambos centros, algo que me parece fundamental dadas las dificultades de horarios y tiempos que tienen estos estudiantes, uno de mis amigos , profesor, dijo que le parecía muy mal que eso se hiciera en un instituto público y que los estudiantes del conservatorio en realidad eran unos ” niños pijos” pertenecientes a una élite, etc.
Lo que se puede deducir de semejante comentario es la ignorancia absoluta de lo que significa estudiar música en este país.
Otra gente considera los estudios musicales como un “complemento ” de enriquecimiento cultural pero nunca una carrera de verdad. Entre los que piensan así están las élites políticas, no nos engañemos.
Esperemos que estas formas de pensar también cambien con el tiempo por el bien de la Educación.
Muchas gracias David .
Un abrazo.
Rocío.
Querida Rocío,
muchas gracias por tus palabras, tu comentario y las aportaciones al debate.
Creo que apuntas la que es seguramente una de las claves del problema de la música en general y de la eduación musical en particular (y no solo en España): la falta de aprecición del valor de la música en la educación y desarrollo de un niño y de una sociedad tan falta de valores.
Si en España puede haber gente que piensa que la música es para una élite, en el Norte de Europa se considera la música como un ¨hobby de izquierdas¨. Pero en cualqueir caso se mezclan conceptos que no son comparables entre sí, como son la educación y la ideología política. O al menos no deberían.
La politización polarizada en nuestras sociedades, ha hecho que se deje de lado con toda la intención el desarrollo integral del individuo como motor de cambio de una sociedad que agota su sistema. Y por esa razón la cultura no interesa a la clase política, cada vez más cerca de mensajes populistas que les revierta votos y escaños.
Estudiar y practicar música de manera activa, no tiene que ver ni con conservatorios ni con músicos profesionales. Ni mucho menos con élites o minorías. No es propiedad de nadie como bien cultural de la Humanidad. Y por eso hace falta que todo el mundo tenga acceso a ella. Cada uno a su nivel. Formando profesionales que sean capaces de motivar desde a un niño a un futuro músico profesional de orquesta. Y para eso hace falta que los partidos políticos se dejen asesorar desde el sector sin tener puesta la mirada, como acostumbran, en las encuestas electorales.
¡Un abrazo, Rocío!
Que mania teneis con que para aprender música haya que ira una escuela o Conservatório, no es necesário, buscaros un buen profesor particular y ahí está todo además del consiguiente ahorro de dinero, el panorama no es malo, quien quiere aprender música puede hacerlo actualmente sin problemas más que nunca pero lo verdaderamente preocupante es que vendais los conservatórios o escuelas como lo necesário para aprender, no, casi todo es marketing, a un músico no se le valora más porque haya estudiado en una escuela, puede ser autodidacta y tocar fantástico, las titulaciones y todo eso dejémoslas para los médidos ingenieros abogados etc… la música es otra cosa
Hola Carlos,
creo que nadie ha dicho que sea necesario ir al conservatorio para aprender música. La música se puede aprender y disfrutar como tú dices, de manera autodidacta o disfrutándola con amigos. Ya digo en mi artículo que la educación músical no tiene porqué referise solo a la música clásica.
Pero también es cierto que en la educación primaria y secundaria, la música debe ser obligatoria y ser impartida por profesionales competentes y bien formados. De la misma manera que nadie discute que así sea con las clases de educación física, donde no me gustaría que mis hijos estuvieran haciendo gimnasia con un profesor autodidacta sin ninguna titulación.
Los conservatorios son los lugares donde el músico profesional, sea del ámbito que sea, se prepara para desarrollar sus cualidades artísticas de manera profesional. Orientado por profesionales del más alto nivel. En un mundo muy exigente donde solo los mejores son capaces de salir adelante. Pero usando el simil del profesor de gimnasia, solo los que dispongan de un talento natural deberían formarse para formar a otros o dedicarse al deporte de manera profesional. Nadie discute ya en los países más avanzados del mundo avanzado que la música es también muy importante en el desarrollo de una sociedad avanzada. Y para eso hace falta profesionales que sean capaz de hacerla llegar a todo el mundo.
Saludos,
David
Por otra parte no es necesário obligatóriamente que el Estado tenga que fomentar la educación musical, ya lo he dicho, quien quiera aprender música puede hacerlo ahora incluso a través de internet, quien tiene la necesidad de hacer música lo hará igualmente aunque en su colegio no le den esa oportunidad, harán música quienes tenga la pasión de hacerla, no todo el mundo está dotado para ello, y lo sabeis
Hola de nuevo, Carlos.
Gracias por tu interés en este tema.
Como te respondo a tu anterior comentario, no estamos hablando de talento. Estamos hablando de formación integral del individuo. Las matemáticas también pueden ser aprendidas a través de Internet e incluso de manera autodidacta. De hecho se podría educar a nuestros hijos en casa sin mandarlos al colegio si forzamos los argumentos. Pero si los Estados toman la responsabilidad de hacer que la Educación sea competencia de los mismos, es para facilitar el acceso a la misma a todos. Ya además con unos estándares de calidad mínimos.
No todo el que estudia matemáticas debe ser matemático. Pero porque las matemáticas son necesarias para nuestra vida y el desarrollo intelectual, son obligatorias en la enseñanza. Incluso aunque haya gente, como ocurre con la música, piense que no son necesarias.
Saludos,
David
Gracias, David, por volver a insistir en algo que nos afecta a tod@s.
Personalmente, y respondiendo a la intervención anterior de Carlos, me parece especialmente importante el acceso a una mínima educación musical por parte de toda la población del país y eso sólo se consigue a través de una legislación educativa que haga que la enseñanza musical sea obligatoria para cualquier estudiante (a ser posible, tanto en Primaria como en Secundaria). Y, evidentemente, creo que es fundamental la formación y la actualización didáctica del profesorado (aunque tengo la impresión de que las cosas han mejorado en los últimos años -muchas veces por la vocación de l@s que nos dedicamos a ello-).
Por otro lado, y paralelamente a esa formación obligatoria y común para el conjunto de la población, creo que sería importante retomar la idea de las Escuelas de Música en las que cualquier persona -independientemente de su edad- pueda acceder a la posibilidad de acercarse a la interpretación musical sin el peso de un sistema educativo orientado hacia la profesionalización (que es el que ahora padecen much@s niñ@s en nuestros conservatorios).
Pensar que tod@s l@s niñ@s que comienzan sus estudios musicales en el conservatorio a los 8 años van a ser profesionales es tan absurdo como pensar que tod@s l@s niñ@s que empiezan a jugar a practicar un deporte a los 8 años se van a ganar la vida con ese deporte. Eso sí, si creas el gusto por practicar ese deporte es muy posible que sigan haciéndolo -a su nivel- a lo largo de la vida. Y digo esto porque conozco a demasiadas personas que han sufrido su educación musical y no han vuelto a tocar su instrumento tras obtener su título profesional.
Saludos
Hola Fran,
muchas gracias por tu comentario y tus muy interesantes aportaciones al debate.
Estoy de acuerdo en que las cosas han mejorado en los últimos años, especilamente gracias a esos profesionales que se desviven con pocos medios, por hacer de la mejor manera su trabajo. Algo que no solo ocurre en la enseánza primaria o secundaria sino también en los conservatorios. Pero como bien dices, se lleva mucho tiempo mezclando en los conservatorios alumnos con capacidades dispares y que hace que en muchos casos tanto aquellos que tienen talento como los que no, terminen aborreciendo la práctica profesional de la música.
Por eso creo también que el sistema de conservatorios elementales, profesionales o superiores no funciona adecuadamente. De hecho en otros países el conservatorio es la universidad de música. Solo se estudian cursos de Bachelor y Master, dejando el resto de la formación, además de en los colegios, a las escuelas de música.
Totalmente de acuerdo contigo en la idea de que no todo el mundo que toca un instrumento debe hacerlo de manera profesional o sacándose un título. Es contraproducente y realmente innecesario. Para disfrutar de la música no hace falta títulos. Los necesita aquel que tiene que hacer que acabes disfrutando de ella. En cualquier nivel.
Saludos cordiales,
David
Muy interesante el enfoque que propones, revisando la historia de los estudios musicales en el pais y poniendo el enfoque en medidas para mejorar.
Pero me ha rechinado una indicación, que no me coincidecen absoluto con el registro del resto del artículo. De verdad crees queel conocimiento de la lengua propia de las comunidades bilingües es un obstáculo para profes que llevan media vida estudiando temas muchísimo más dificiles? Que opinarías de una profesora letona de violín que no se pudiese entender con su alumnado en castellano en un pueblo de la Sierra? Las lenguas son CULTURA y deben ser respetadas y promovidas por las instituciones. De hecho, no conozco, en Galicia, ningún profe extranjero que haya tenido el mínimo problema por su nivel oficial de Gallego, esos son comentarios falsos que no responden a la realidad y tienen un tufillo rancio, visto con mi óptica de esquina peninsular.
Saludos
Hola Ignacio,
ante todo muchas gracias por dejar tu comentario en mi blog.
En ningún momento del artículo digo que las diferentes lenguas no sean cultura y no deban ser respetadas ni promovidas por las instituciones. De hecho yo mismo, cuando estudié en en el Conservatorio de Barcelona, aprendí catalán porque era la única lengua en la que me permitían estudiar mis asignaturas teóricas. Y lo hice con mucho gusto, la verdad. Es una lengua preciosa que todavía hoy sigo intentando mantener. Pero de ahí a que una lengua sea un condicionante y un criterio para seleccionar a un profesor, me parece cuando menos, una medida desafortunada.
Yo mismo llevo 20 años viviendo y trabajando en Holanda. Doy clases en el Conservatorio de Amsterdam. Nadie me ha pedido nunca un diploma de holandés para poder ejercer. Porque aquí interesa tener a los mejores profesionales, sin importar si hablan holandés o no. Yo lo hablo. Por interés personal y porque considero que la lengua es una llave para introducirte en la cultura de tu entorno. Pero una cosa es facilitar ese conocimiento y fomentarlo y otra muy distinta usarlo como un criterio selectivo o impositivo.
La profesora letona de la Sierra de tu ejemplo, si es mejor que cualquiera que hable español en las mismas condiciones, sería un fichaje fantástico para los niños de ese pueblo. Y estoy seguro que ella haría todo lo posible por aprender español lo antes posible, especialmente si se facilita y se incentiva desde las instituciones ese proceso. Pero si esa misma profesora, hablando ya español, quisiera ir a otra comunidad a trabajar en una escuela de música de una comunidad donde también se habla español, pero se le exige un nivel C de la otra lengua para poder ejercer, se vería discriminada no por sus capacidades artísticas. Y eso ya no me parece tan adecuado. Ni para letones, ni para nadie.
Quizás lo vea así porque lleve demasiado tiempo viendo como se hace fuera de nuestro país. Pero ese es un debate que corresponde a otros lugares.
Saludos cordiales,
David
Por falta d tiempo no he leido todos los comentarios y quuzá repita algo q se dijo…..Yo pondría como actividad obligada en los colegios, asistencia a conciertos , no se con qué frecuencia…explicarles lo q van a escuchar etc….creo q ayudaría a fomentar la sensibilidad.
A nivel municipal en cada pueblo de x habitantes, hacer un auditorio donde x lo menos una vez al mes una orquesta filarmonica diese un concierto para fomentar la música. No tanto empeño en campos d futbol y más cultura !!! …podría seguir pero con esto ya m conformaría…
Hola Carmen,
para nada repites ninguno de los comentarios. Es más, aportas una idea fundamental dentro de la problemática sobre la educación musical: el equilibrio.
Nadie cuestiona que se deba invertir en el desarrollo físico de los alumnos. El deporte es fundamental en la educación de los más pequeños. Pero no hay conciencia de la importancia de la música y la cultura para ayudar a formar personas independientes y con la creativiadd y capacidad de reflexión para solucionar los problemas de nuestraa sociedad. Tampoco en nuestros políticos.
Por eso yo defiendo el deporte en la eduación. Pero como ya hacían los griegos en la época clásica, la música y la cultura son fundamentales en cualquier sistema eduactivo avanzado. Con calidad y cercanía.
Saludos y gracias por tu comentario,
David