El cumplir años es siempre un motivo de celebración.
Sé que últimamente no escribo tanto como quisiera, porque estoy preparando una serie de proyectos que te voy a contar dentro de muy poco.
Sin embargo, como cada 14 de mayo de los últimos casi 10 años, quiero celebrarlo contigo.
Cincuenta.
Ni uno más ni uno menos.
Pero no tantos como deseos he cumplido en este tiempo.
Proyectos y objetivos que me han llevado hasta este momento de mi vida donde pienso seguir trabajando por llegar a ser esa persona que quiero ser.
Desde la música.
Para ti.
Los demás.
Por mí y para mí también.
Cumplir 50 con ilusión renovada
Cumplir cincuenta significa mucho más que contar días en un calendario.
Créeme.
La edad no va por dentro.
Es simplemente una forma de encuadrar nuestra existencia en la limitación de las horas, los días, los meses o los años.
Explicando quiénes somos a los demás.
Por eso para mí cumplir años es cumplir deseos.
Preparándome para cumplir todos aquellos que, gracias a los que he cumplido, voy a poder alcanzar.
Cada proyecto comienza con un sueño.
Y cada sueño lo persigo con la ilusión de la persona que soy.
Ese eterno aprendiz de la vida que ahora, desde los 50, se permite seguir soñando.
Más que nunca.
Para seguir cumpliendo mis deseos.
También acompañándote a cumplir los tuyos.
Pero esto es algo que te voy a ir contando los próximos días.
Semanas.
Años.
Porque el secreto de cumplir años no está en contarlos.
No.
Está en vivirlos soñando.
Qué grande poner vida a cada año, en lugar de echarle años a la vida. Gracias por recordárnoslos. Los 50 corresponden al “Septenio” del “Maestro” de acuerdo a la antroposofía de Rudolph Steiner, de modo que a por ello “Maestro”.
Muchas gracias, Beatriz. Lo mejor de todo es tener la fortuna de poder compartir este camino con personas sabias e inspiradoras que, como tú, hacen que este viaje merezca la pena ser viajado tantas vidas como puedan ser vividas, a lo largo de los años. Gracias, gracias, gracias.