Con esta carta abierta a Pedro Sánchez, quiero expresar mi preocupación sobre el panorama de la educación musical en España.
Y preguntar al actual presidente del gobierno de España qué piensa hacer para mejorar un punto clave de nuestras realidad cultural y educativa.
Carta abierta a @sanchezcastejon: ¿qué piensa hacer con la #educaciónmusical en España? #Música #EducaciónHaz click para twittearAlgo que no ocurre desde hace demasiado tiempo.
En una época donde las soluciones políticas pasan por la repercusión mediática que tienen, mi esperanza de que esta carta ayude, es muy pequeña.
Porque la educación musical en España sigue sin interesar en el mundo de la política.
No da votos.
Es muy poco mediática.
Pero es de vital importancia para una sociedad avanzada como la nuestra.
Aun así, no desfallezco en intentar obtener una respuesta del señor Pedro Sánchez.
Porque la música es un valor a la que cualquier sociedad tiene derecho y con la que podemos cambiar el mundo.
Educación musical en España en los tiempos de la política de impacto mediático
Estimado señor Sánchez.
Mi nombre es David Peralta Alegre, violinista español y docente en el conservatorio de Amsterdam, lugar en el que resido desde hace casi 20 años.
Estoy seguro de que usted no me conoce y tampoco aspiro a que conteste a esta carta.
Especialmente porque sé que lo que le quiero preguntar, no es una cuestión que urja en una sociedad infectada por problemas mucho más importantes.
Importantes por su repercusión mediática.
Quizás también por su poco rédito electoral.
Pero la importancia que pienso que tiene la educación musical en España para nuestra sociedad, me obliga a escribirle aun así esta carta abierta.
Hace unas semanas se reunió usted con James Rhodes en Moncloa.
un maravilloso encuentro con @sanchezcastejon y Dolores Delgado, Ministerio de Justicia. Hay una actualización en las dos imágenes aquí. ¡terminamos con un ‘Chimpún motherfucker’! Estoy muy feliz. Gracias a todos. Más actualizaciones vendrán, estoy seguro. pic.twitter.com/wiNN97lQbr
— James Rhodes (@JRhodesPianist) August 3, 2018
Algo que dice mucho de su talante abierto para tratar temas tan dolorosos como los que vivió el propio James en su infancia.
Desconozco si hablaron también de la educación musical en España.
Oportunidad que James Rhodes podría haber utilizado para señalarle la problemática de un sector tan necesitado de soluciones.

Algo que no creo que procediese porque, al fin y al cabo, James lleva menos de un año viviendo en Madrid y es un tema que desconoce por completo.
Una lástima.
Oportunidad perdida.
Sin embargo, para alguien tan mediático como él, habría sido muy fácil hablarle también de esa realidad.
La realidad de muchos profesionales de la música que hacen un fantástico trabajo docente a pesar de las trabas que les pone un sistema obsoleto que no ayuda a educar mejores músicos.
O la de muchas orquestas que sufren el ahogo de unos presupuestos que apenas les permite hacer su labor social con dignidad.
Ni tampoco a aportar a la sociedad los valores que llevan implícitos la música.
España es un país de talento, señor Pedro Sánchez.
De un talento y una creatividad musical inagotable.
En nuestro país han crecido figuras internacionales en el mundo de la música como Juan Crisóstomo Arriaga, Pablo de Sarasate o Jacinto Guerrero.
Y se que me dejo miles de ellos.
Algo que, salvo Alemania, Austria o Italia, muy pocos países a nivel mundial pueden decir.
Pero en España, se sigue menospreciando la educación musical de calidad.

¿Por qué?
Porque nuestros gestores han mirado para otro lado durante ya demasiado tiempo.
Como si la música clásica no fuera cultura.
O una especie de hobby para clases altas.
Sin embargo, ya son muchos los países que se han dado cuenta de la importancia de la fuerza cohesionadora que tiene la música.
Y no me refiero solo a Venezuela y su sistema de orquestas.
Conservatorios y universidades
España necesita un sistema de educación musical moderno y abierto, señor Sánchez.
Un sistema donde se desarrolle el talento de nuestros futuros músicos, al servicio de una sociedad tan necesitada de valores.
Formando profesionales que ayuden a mejorar la educación musical en España.
No funcionarios limitados por incompatibilidades que son ajenas al carácter universal de la música.
Carta abierta a @sanchezcastejon sobre el futuro de la educación musical en España. #edmusical #educación #músicaHaz click para twittearAportando a la sociedad aquello que esta invirtió en ellos.
El problema es que para hacer eso, hay que ser valiente, Señor Pedro Sánchez.
Porque reformar este sistema obsoleto no va a atraer a los grandes medios.
Ni va a hacer que aumente la popularidad de nadie.
Tampoco hará que ningún partido gane unas elecciones.

Pero le aseguro que, si lo que quiere usted como yo, es dar aquello que tiene para mejorar la situación de su país, la educación musical puede suponer el principio del cambio.
Una sociedad creativa, es una sociedad capaz de regenerarse y de buscar soluciones por sí misma.
Algo en lo que la música puede ayudar desde los primeros años de aprendizaje.
Llevo demasiados años fuera de España desarrollando un trabajo reconocido solo en el extranjero.
Algo habitual en un país donde nos siguen impresionando los apellidos extranjeros por considerarlos mejores que los nuestros.
Pero no crea que eso me afecta.
Es algo que a mi me lo curó el paso del tiempo.
Lo que me duele de verdad es ver tanto talento desperdiciado en mi país, España.
Me duele porque eso tampoco es ni será mediático.
Por eso le escribo esta carta abierta.
Y le pregunto de nuevo.
¿Qué piensa hacer, señor Pedro Sánchez, con la educación musical en España?
Carta impecable .
Ojalá sirva para que los políticos que gobiernan, gobiernen en el sentido de dirigir una nación hacia niveles culturales más altos y donde la enseñanza de la música “clásica ” sea un pilar fundamental en nuestro sistema educativo .
Gracias David .
Querida Rocío,
muchas gracias a ti por tu comentario en mi blog. Lo cierto es que cualquier cambio comienza con miles de acciones pequeñas.
Espero que mi carta sea una de esos granos de arena que terminen provocando el movimiento de montañas.
Un abrazo,
David