Uno de los procesos más complejos y enriquecedores que existen casi en cualquier ámbito, es sin duda el de pedir y dar feedback.
A través de las redes sociales o de manera más privada.
En empresas o entre autónomos.
A nuestro público.
Entre nuestros compañeros.
O a través de entornos más universales y genéricos.
Pero a pesar de lo beneficioso que es pedir y dar feedback, es posiblemente algo que nos cuesta mucho llevar a la práctica.
La razón es sin duda educacional.
No nos enseñan ha haerlo desde que comenzamos nuestro aprendizaje vital.
Todo lo que recibimos de nuestro entorno se basa en el juicio.
En el prejuicio.
En la evaluación y la comparación.
No te quiero contar ya en el mundo de la música.
Sin embargo, necesitamos a los demás y saber lo que piensan de nosotros.
[Tweet “El feedback en #redessociales no es una herramienta para ser los mejores, sino para mejorar”]
Del mismo modo, los demás necesitan también de la percepción que tenemos de ellos para seguir mejorando.
Por eso las redes sociales pueden ser un canal fantástico precisamente para pedir y dar feedback.
Sí.
También pedir.
Porque si no pedimos, nadie sabe la necesidad que tenemos de algo.
Entonces, ¿por qué tanto miedo a hacerlo?
El feedback o la retroalimentación positiva
La palabra feedback, significa retroalimentación.
Una bonita palabra compuesta que bien podría inspirarnos para sentirnos libres ante un hecho tan positivo.
Sin embargo, nos da miedo.
Porque hemos crecido en la cultura del juicio constante.
De la violencia que engendra en cualquier proceso comunicativo el someterse a la opinión de aquellos a los que solo interesa ponerse por encima de los demás.
Y la violencia no solo engendra más violencia.
O más comparación vacía.
También crea barreras defensivas que impiden el flujo de esa información que nos podría hacer crecer.
Mejorar un producto o una empresa.
En las organizaciones modernas, musicales o no, cada silencio es una sospecha.
Cada opinión, un problema en potencia.
Por eso nos cuesta tanto pedir y dar feedback.
¿Cuáles serían las claves entonces para hacer que el feedback sea una retroalimentación positiva?
Para mí serían cinco:
- Escuchar
- Empatizar
- Dialogar
- Respetar
- No rebatir
Así de simple y complicado a la vez.
Las redes sociales como herramienta para dar o pedir feedback
Las redes sociales han cambiado radicalmente todo el proceso que rodea al proceso de pedir o dar feedback.
Todo el mundo puede opinar sobre cualquiera.
De manera libre.

Gratuita.
Sin barreras.
Pero claro.
Esta situación nos ha llegado cuando no estábamos preparados para recibir tanta información sobre aquello que más miedo nos da.
Cómo nos ven los demás.
Peor aún.
Hemos aprendido a dar una imagen a través de las redes sociales para conseguir que nos digan aquello que queremos oír.
O a dar un feedback interesado para conseguir exactamente lo mismo.
Un círculo vicioso que está haciéndonos perder una oportunidad única.
La libertad que ofrecen las redes sociales a todos sus usuarios a la hora de opinar, puede convertirse en una ventaja que no debes desaprovechar.
La escucha activa en estos canales te va a permitir conocer sobre ti, tu proyecto o tu empresa, incluso aquello que ni sospechabas.
Algo parecido a los que te contaba sobre la ventana de Johari y tu marca personal a trav’es de las redes sociales.
Además, las redes sociales nos pueden permitir aportar valor mediante nuestro feedback a otras personas que lo agradecerán sin duda.
Ayudándonos a establecer sólidas relaciones que nos harán mejores a todos.
El feedback en el mundo de la música
Si en el mundo de la empresa el feedback se va introduciendo poco a poco como una herramienta indispensable, en el mundo de la música todavía no.
O al menos no como a mi juicio debería.
Imagínate.
Pasamos toda la vida bajo el juicio de nuestros profesores.
De nuestros compañeros.
Desde nuestro público.
Por los críticos.
O nuestros directores.
El bien y el mal.
Sin paliativos.
[Tweet “¿Está preaprado el mundo de la música para dar y recibir feedback? #RRHH #música”]
De esta manera, es muy fácil que cualquier feedback, sea tomado cono un ataque a nuestra integridad.
A nuestro ego.
O al ego colectivo de nuestra orquesta, conservatorio o grupo de música.
Miedo.
Inseguridad.
Sin embargo, pedir y dar feedback a través de las redes sociales, puede ayudarnos a cambiar ese concepto.

Porque, al fin y al cabo, las redes sociales son una extensión de tu círculo más cercano.
Y porque pueden ayudarnos a simplificar el proceso.
Quizás más distante.
Pero mucho más fácil de medir y cuantificar.
El mundo de la música necesita saber pedir y dar el feedback que nos haga crecer a todos.
Pero no lo olvides.
Lo más importante de todo es siempre saber escuchar.
También saber pedir.
Por eso me gustaría hacerlo también contigo.
¿Me das por favor tu feedback?
Te doy mi feedback sobre este artículo: me parecen muy bien tus argumentos y estoy de acuerdo con ellos. Agradecería consejos prácticos sobre como pedir este feedback del que hablas como músico. Me pasa con muchos de los artículos de tu blog al que estoy suscrita, planteas muchas ideas interesantes y luego… ¿cómo se llevan a la práctica? Me gustaría leer más sobre eso.
Estimada Elena,
antes que nada, quiero agradecerte tu comentario y tu feedback.
Sobre mis artículos, decirte que los hay de varios tipos. Algunos son tutoriales donde explico paso a paso como desarrollar o hacer algo de manera miy práctica. Otros son reflexiones sobre un tema y dependiendo del interés que suscita, pueden originar artículos más concretos o ampliaciones a nivel más personal.
En el caso de este artículo, es una reflexión sobre la importancia de cómo dar y recibir feedback con una serie de pistas que pueden ayudar a mucha gente a plantearse la importancia de estas prácticas. Especialmente en el mundo de la música.
Si te fijas, el título es genérico y no solo se refiere al mundo de la música, ya que en nuestro mundo, las prácticas son mucho más específicas.
A modo de ampliación, te diré que la mejor manera de pedir feedback es siempre a través de preguntas abiertas que no busquen una respuesta dirigida. Siempre desde la escucha atenta y motivada por las ganas de mejorar. Para dar feedback, en el caso del mundo de la música, es necesario hacerlo desde la empatía, el respeto y utilizando expresiones que describan sin juzgar a la persona, actitud o proyecto a la que se da el feedback. Un ejemplo sería comenzando nuestras frases con `veo que…` `observo`, o `percibo`. De esta manera estamos creando un feedback que no supone un juicio sino que sirve para dar nuestra opinión-percepción motivada para ayudar a mejorar.
Si hay mucho más interés en forma de comentarios entre mis lectores músicos sobre este tema, prepararé un tutorial para nuestro sector.
Gracias por tu aportación.
Saludos,
David