La Joven Orquesta Nacional de España (JONDE), ha sido durante decenios un referente en la formación de jóvenes músicos de orquesta.
Una entidad a la que yo mismo tengo mucho que agradecer como músico.
La velocidad con la que se mueve la sociedad hoy en día, hace que nuestras instituciones educativas tengan que pensar en otros modelos organizativos.
Cumpliendo las exigencias del mundo actual.
Preparando músicos para una nueva realidad, cambiante y llena de oportunidades.
Sin ninguna duda.
Oportunidades.

Por todo ello, junto a David Martí, ofrecimos a la Joven Orquesta Nacional de España la posibilidad de desarrollar un proyecto educativo orquestal diferente.
Fruto de nuestra experiencia mutua en la gestión y el desarrollo de proyectos educativos a lo largo de más de 20 años.
Redes sociales y música.
Organizaciones horizontales vertebradas por la necesidad de comunicar y comunicarse desde y hacia adentro.
Pero antes de contarte esta gran experiencia, quiero hacer un agradecimiento público.
Quiero agradecer los esfuerzos realizados por todos los miembros de la organización por intentar entender nuestro proyecto.
José Luis, Saulo, Paco, Belén y Pilar.
Mil gracias.
También la disposición de todos y cada uno de los miembros de la Joven Orquesta Nacional de España.
Sin olvidarme del maravilloso equipo de profesores que nos acompañó en esta aventura.
Y por supuesto, cómo no, mi intenso agradecimiento a David Martí.
Compañero de viaje del que sigo aprendiendo y compartiendo para seguir creciendo hacia las organizaciones musicales del futuro.
En este artículo, te explico con detalle mi experiencia con la Joven Orquesta Nacional de España entre el 17 y el 27 de Julio del 2016 en A Coruña.
El proyecto orquestal: redes sociales y música
Cuando llamamos David Martí y yo a las puertas de la JONDE, llevábamos ya un par de años intercambiando experiencias.
Soñando con nuevos proyectos donde la música encontraba su papel en la sociedad actual.
La propuesta inicial era sin duda ambiciosa y arriesgada.
Queríamos tener la oportunidad de diseñar un encuentro desde cero, siendo responsables tanto de la estructura del encuentro como de su desarrollo artístico.
La razón era muy sencilla.
Pretendíamos probar sobre la base de una orquesta con tantos años de historia y bien hacer, un proyecto de futuro.
Dando respuestas y planteando preguntas sobre la actual situación del sector de la música clásica.
Proponiendo, dialogando y escuchando.
Más concretamente buscando crear un debate entre nuestros músicos del futuro que permitiera sembrar una semilla de cambio para todo nuestro sector.
La idea era integrar desde nuestra visión pedagógica y organizativa con el cuadro de profesores así como con unas nuevas formas de ensayo.
Algo que tendría su consecución con el director y repertorio elegidos.
Todo ello complementado con talleres y charlas que dotasen a los jóvenes integrantes de elementos suficientes para comprender nuestro papel en esta sociedad cambiante.
Sin embargo, por cuestiones organizativas que no vienen al caso, nuestra tarea se limitó finalmente a crear la estructura de ensayos y a formar el equipo educativo.
No pudimos elegir al director o el repertorio.
Tengo que decirte, que el reto era mayor si cabe.
Buscando en la fase de ensayos dar la libertad a los músicos para aportar aprendiendo y dialogando, no teníamos claro que este impulso fuese a tener su reflejo a la llegada del director seleccionado por la organización.
Pero a pesar de ello, tengo que decir que la experiencia ha sido única y creo que puede suponer la primera vez que una orquesta joven de nivel internacional, desarrolla un proyecto de este tipo.
No sólo ensayos: talleres, charlas y diálogo
Los ensayos fueren distintos a lo que suele ser habitual en cualquier orquesta.
Para empezar, las pruebas de atril, o pruebas donde se decide la colocación de las secciones, fueron colectivas.
Una modalidad que creo firmemente las orquestas deben integrar en sus procesos de selección.
Pero no en sus últimas fases.
Justo en las primeras.
Una nueva manera de seleccionar que pretende primar la interacción del grupo sobre el individualismo.
Filosofía que fue el núcleo de esta singular propuesta educativa.
Pero también se buscó la lectura de grupo por encima del parcial repetitivo, lo que dejó muy buenos resultados en todas las secciones.
Especialmente en la cuerda por sus características marcadamente grupales.
Mi agradecimiento una vez más a todo el cuadro de profesores, sin el cual habría sido imposible este reto.
Además de los ensayos de conjunto y seccionales, impartimos una serie de talleres y charlas basadas en dos ideas fundamentales.
La primera, el cambio que las organizaciones musicales deben afrontar para asegurar su futuro en esta sociedad.
La segunda el papel emprendedor y proactivo que el músico debe asumir para generar dicho cambio.
Para ello David Martí habló de nuevos modelos organizativos basados en su experiencia y en el libro ¨reinventar organizaciones¨ de Frederic Laloux publicado por la editorial Arpa.
Te recomiendo su lectura.
Yo desarrollé unos talleres sobre redes sociales como herramientas de compromiso y cambio para los músicos de la Joven Orquesta Nacional de España.
Ya sabes.
Lo que vengo ya unos años defendiendo desde mi blog.
Además, montamos una estrategia de promoción en redes sociales junto a los alumnos interesados que te explico más adelante.
El miedo y las organizaciones musicales del futuro
Enseñar y educar es aprender compartiendo y dialogando.
Nunca prohibiendo ni obligando.
El miedo es un gran inhibidor y toda aquella organización, musical o no, que se construye alimentando su crecimiento a través de él, es una organización condenada a su fracaso o al de sus integrantes.
Muchas organizaciones musicales se basan en este sistema.
Orquestas.
Conservatorios.
Escuelas de música.
Miedo al error, a incumplir la norma irracional o al director que impone su criterio sin importarle nada más que su propio ego.
Premio y castigo.
Nuestras organizaciones musicales deben engendrar confianza y responsabilidad a sus miembros para poder adecuarse a la sociedad horizontalizada en la que vivimos.
Motivación y compromiso a cambio de responsabilidad y autogestión.
Debemos dotar de las herramientas necesarias a sus integrantes para que su implicación sean fruto de la participación colectiva.
Del diálogo.
De la responsabilidad compartida.
Por eso pretendimos con la Joven Orquesta Nacional de España, desarrollar estas ideas para sentar las bases del trabajo pedagógico del futuro.
Soy consciente de la dificultad que suponen los cambios.
El miedo irracional que generan en las organizaciones por perder las bases que han supuesto el control de los de arriba sobre los de abajo.
Pero estoy convencido que, aunque no sea el único camino, es sin duda uno de los pocos posibles y más efectivos para el cambio.
Algo por lo que seguiré luchando día tras día donde me dejen intentarlo.
También aunque no me dejen.
El impacto en redes sociales de la Joven Orquesta Nacional de España
Como ocurre con muchas organizaciones musicales, las redes sociales en la Joven Orquesta Nacional de España son una asignatura pendiente.
Muy loable es el trabajo que casi sin medios y muchas restricciones hacen las personas encargadas de la poca actividad de esta institución.
Empleadas en un sin fin de tareas a las que se les une el gestionar los canales sociales como algo trivial y sin importancia.
Pero para que te hagas una idea, la JONDE no tiene siquiera una cuenta de Twitter.
Otras orquestas jóvenes sí.
Y Twitter es un canal fundamental para dar a conocer y crear una necesidad que puede salvar cualquier institución en problemas.
Presentes o futuros.
Aun así, conseguimos algo que nunca había ocurrido hasta ahora.
Formando a todos aquellos que quisieron en la herramienta de Twitter, llevamos el hashtag #JONDE muy lejos.
Tan lejos que alcanzamos más de 1.000.000 de impactos alrededor del primer concierto en A Coruña el pasado 27 de julio el 2016.
Llevando nuestro mensaje entre todos a mucha gente.
Y todo gracias a los músicos que comenzaron una verdadera revolución a través de las redes esos días.
Revolución producida por la ilusión y el sentimiento de ser importantes unidos por una causa común: dar a conocer un proyecto único.
El de la Joven Orquesta Nacional de España.
Consiguiendo conectar con una sociedad que terminó respondiendo.
Los músicos gallegos de la #Jonde os invitan al concierto mañana a las 19:30 en @PalacioOpera #Coruña pic.twitter.com/vZ2REzDv1R
— David Peralta (@peraltadavid) 26 de julio de 2016
Por eso y por mucho más, tengo que decir que estoy muy contento del resultado.
A pesar de los problemas, incomprensiones o posibles desencuentros.
Porque proyectos como la Joven Orquesta Nacional de España merecen continuidad en el tiempo.
En los nuevos tiempos.
Con toda nuestra ayuda.
Desde la perspectiva de las necesidades del futuro y la misma ilusión con la que comenzó hace ya muchos años.
Para continuar dando respuestas al músico del futuro.
De todos los futuros cambiantes que se avecinan.
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