Hoy tenía preparado otro artículo para compartir contigo, pero la victoria de Donald Trump y el auge del populismo a nivel mundial que representa este acontecimiento, ha alterado mi calendario.
No te preocupes.
No me gusta hablar de política en mi blog.
Tampoco lo voy a hacer en esta ocasión.
Pero me vas a permitir que haga un hueco hoy en mis publicaciones para hablar de este fenómeno que sin duda tiene que ver con la música y las redes sociales.
Donald Trump.
Populismo en estado puro.
Para la música clásica supone sin duda un duro revés.
[Tweet “¿Cómo afecta la reciente victoria de #DonaldTrump al sector de la #música?”]
Nuestro futuro de la mano de una tendencia política cada vez más extendida que usa las redes sociales para llegar más lejos.
Como deberíamos hacer desde el sector de la música pero con otros fines.
¿Podemos hacer frente común a través de estos canales?
¿Qué significa el populismo para la música clásica a nivel global?
¿Es la elección de Donald Trump lo peor que le ha pasado a nuestro sector en los últimos años?
Populismo y música clásica
Definir populismo es algo complicado.
Según Wikipedia, el concepto de populismo deriva de pueblo y literalmente denomina a las corrientes políticas que buscan el apoyo de las clases populares.
Algo a priori suena coherente.
Incluso si lo piensas fríamente, es lo que yo defiendo en mi blog.
Música para todos.
Sin élites.
O al menos no monopolizada por las mismas.
Hecha por profesionales cercanos que desde su experiencia comparten ese bien común que es la música clásica.
Emoción sobre razón.
Entonces, ¿qué tendría de malo el populismo para la música clásica?
Yo creo que todo.
Porque la educación musical debe estar al alcance de todos.
Algo que se consigue invirtiendo en ella y en la formación de los profesionales que se encargan de educar a la sociedad.
Nunca recortando.
Fomentando conciertos para todos los públicos.
Enseñanza musical desde la escuela primaria.
O cualquier otro tipo de actividad musical que persiga el mismo objetivo.
Sin embargo, el político populista usa la demagogia para dar al pueblo aquello que quiere que perciba como indispensable.
Su ocio.
La sanidad.
Educación.
Empleo.
Sin duda todo muy necesario hoy en día.
Pero el populismo no pretende cultivar la capacidad crítica de la sociedad haciéndola más inteligente y capaz.
Busca la distracción de la sociedad con soluciones que le contenten para hoy.
Ya sabes.
Pan para hoy.
Hambre para mañana.
Y sin duda la música y la cultura son alimento de futuro para nuestras generaciones venideras.
Donald Trump, como muchos otros populistas en todo el mundo, lo saben.
Por eso no usan en sus mítines la cultura para ganar votos.
Ni en sus programas.
O en sus redes sociales.
Popularizar no es restar valor a nada ni nadie.
Mucho menos a la cultura, la música y sus profesionales en los que hay que invertir sin descanso desde todos los sectores económicos.
Populismo y redes sociales para nuestro sector
Las redes sociales para nuestro sector, han supuesto una forma de llegar a mucha más gente.
Para el populismo también.
Desgraciadamente con más éxito que para el mundo de la música.
En redes sociales, decir verdades a medias es muy fácil.
Porque todos podemos producir nuestra propia información.
O la interpretación que hacemos de la realidad.
Y el populismo de cualquier signo político, usa las redes sociales para manipular la realidad.

La tuya.
Sin duda la de todos.
Realidad difícilmente contrastable por el volumen de información que se vierte en las redes sociales.
Nuestro papel desde el sector de la música, es crear una independencia de la política que nos permita mirar a la sociedad directamente a los ojos.
Sin filtros.
Tampoco con hipotecas.
Contrarrestando el humo que han levantado frente a nosotros.
El que nosotros mismos no hemos sabido disipar.
Somos necesarios.
Tenemos una misión.
Podremos conseguirlo si aprendemos a usar las redes sociales como lo ha hecho el propio Donald Trump.
Pero nosotros siendo transparentes.
Ayudándonos los unos a los otros.

Compartiendo nuestro conocimiento.
Creando un sector fuerte y sano capaz de emprender sin necesidades externas.
De esta manera estaremos por encima de los que pretenden engañarte.
Engañarnos.
Pero nosotros diciendo la verdad.
La música es de todos y para todos.
Con calidad.
Con calidez.
[Tweet “Frente a la situación política actual, la #música debe usar las #redessociales para diferenciarse”]
Aprender a tocar un instrumento es vital para la sociedad por los valores que se trasmiten y cultivan.
Y también para nuestros políticos.
Para aprender a usar herramientas imprescindibles y así progresar todos juntos.
Es nuestra oportunidad de dar una respuesta a la sociedad trasladándonos al centro de la misma.
¿Me ayudas a compartir esta idea a través de las redes sociales?
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