
Gustavo Gimeno es hoy en día uno de los directores de orquesta con más proyección en el ámbito internacional de la música clásica y protagnista en la nueva normalidad en el sector al ser el primer director que dirige la orquesta del Concertegebouw de Amsterdam tras el confinamiento.
A partir de la temporada 2020/2021 será el próximo director titular de la orquesta sinfónica de Toronto, puesto que sumará al que ya ocupa como director titular en la Orquesta Filarmónica de Luxemburgo.
Hoy tengo el inmenso privilegio y placer de traerte esta charla que he mantenido con él a raíz de la nueva situación en la música clásica y la nueva normalidad.
Producida por la crisis del coronavirus.
Gustavo Gimeno ha dirigido la desescalada de la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam en la primera semana de junio y eso le convierte además en un pionero dentro del mundo de la música clásica.

Con dos fantásticos conciertos con la séptima sinfonía de Beethoven y la octava de Dvorak.
Siendo el primer director que se pone delante de esta orquesta puntera en la nueva normalidad.
Una experiencia de la que habla como el músico de relevancia que se ha convertido en los últimos años.
Pero especialmente como la gran persona que este director español es, algo que, junto a su talento, es sin duda uno de los secretos de sus éxitos.
Puedes ver en este vídeo la conversación completa o leer un resumen por tema a continuación en el artículo.
Gustavo Gimeno, la orquesta del Concertgebouw y la nueva normalidad
Minuto 1:06
La incertidumbre que todos hemos pasado los meses de confinamiento nos ha hecho dudar del futuro.
Algo que también le ha ocurrido a Gustavo.
Pero su experiencia con la Orquesta del Concertgebouw supuso un cambio radical en ese estado.
Como dice él mismo, de repente dos meses de sensaciones encontradas desaparecen y parecen convertirse en una noche.
Y a pesar de las dificultades que supone tocar con una orquesta ¨distanciada¨ en esta nueva normalidad, todos los inconvenientes se olvidan.
Una bonita descripción que podría referirse también a lo que es la vida de un músico.
La música hace que todo lo demás merezca la pena.
Algo confirmado en esta deliciosa conversación con un músico del nivel y la calidez de Gustavo Gimeno.
Y digo calidez porque Gustavo comparte también con todos nosotros lo que también todos hemos sentido estos meses.
Desamparo.
Vacío.
Incertidumbre.
Malos recuerdos que se disipan en el momento que la música vuelve a sonar.
Incluso en estas circunstancias.
El papel desconocido del director de orquesta
Minuto 4:00
Los músicos solemos hablar poco de lo que sentimos cuando hacemos música.
Algo más acentuado incluso en el caso de los directores de orquesta.
No nos damos cuenta de la inmensa responsabilidad que supone para un director ponerse delante de una orquesta.
Más en momentos donde una nueva normalidad nos obliga a responder preguntas que todavía nadie antes ha respondido.
La complejidad de los pensamientos.
Las múltiples dimensiones de las sensaciones.
Marcar un camino desde la utilidad y la confianza.
Musical y humanamente.
Ideas que Gustavo Gimeno ha tenido siempre presente incluso antes de esta crisis global.
El reencuentro.
Con la música, con una orquesta de la que él mismo fue miembro y a la que ha dirigido varias veces en los últimos años.
Las distancias de la nueva normalidad
Minuto 7:00
Dirigir, aunque a muchos pueda parecerles fácil, no lo es en absoluto.
Escuchar.
Tocar juntos en la distancia.
Especialmente ahora con los miembros distanciados 1,75 metros en el caso de la cuerda y más de 2 metros entre los vientos.
Quizás esa era una de las preguntas que más se hacía antes de comenzar este proyecto.
Obviamente la claridad gestual parece ser una de las prioridades.
Pero un exceso de esta podría implicar otra serie de problemas en esta nueva normalidad.
Aspectos técnicos que fue resolviendo a lo largo de los ensayos.
Pero quizás lo que más llama la atención de esta nueva forma de tocar en orquesta es la sensación.
Suena mejor de lo que desde dentro se puede percibir.
Algo que Gustavo Gimeno pudo constatar en la grabación que escuchó del ensayo general.
A pesar de la distancia y las sensaciones desde dentro, el resultado era magnífico.
Por ello la prioridad fue encontrar un marco que animase a todos a dar lo mejor de sí mismo.
Sencillamente inspirador.
La ausencia de público en los conciertos de la nueva normalidad
Minuto 10:32
El mismo peligro que puede suponer la rutina de hacer música siempre de la misma manera, puede suponer también el pensar que no habrá público de manera física en un concierto.
El público es una parte fundamental de la interpretación
Plantear el repertorio como si fuera un estreno o algo más actual podía ser la clave en esas circunstancias.
En el caso concreto de la sinfonía de Beethoven además de hacerlo sin público, se grababa por la mañana.
Pero Gustavo era consciente de que seguramente el público a través de Internet iba a ser superior que la máxima capacidad de la sala.
Teniendo presente que finalmente habría mucha gente viendo este vídeo con ilusión.
Una idea motivadora para Gustavo Gimeno y que le permite enfocarse en hacer música para producir ese efecto en el público.
Y te confieso a mí me emocionó verlo.
El futuro de la música clásica y la programación educativa de las orquestas
Minuto 14:23
Nadie querría sustituir la sensación en directo de una segunda sinfonía de Mahler.
Y no lo vamos a sustituir.
Pero por otra parte esta crisis nos ha hecho descubrir otras cosas.
No todo en música es el gran repertorio.
O hacer música solo para un público entendido.
Gustavo Gimeno tiene claro que la vida de un músico y una orquesta pueden influir de manera muy positiva a la gente de otra manera.
Integrar el repertorio camerístico en la programación de las orquestas.
La importancia de los programas socioeducativos es para Gustavo Gimeno clave en el futuro.

Dándole la importancia que tiene y no como un plato de acompañamiento de la programación artística de una orquesta.
Para conectar con la sociedad y especialmente con el público más joven.
Con una vocación real de servicio y de ayuda a la sociedad.
Al mismo tiempo la nueva normalidad nos da la oportunidad de usar mejor Internet y los canales digitales.
Siguiendo la tendencia de toda la fase de confinamiento.
Pero en ningún caso como elemento sustitutivo de la experiencia insustituible de la música en directo.
La diferencia de la nueva normalidad entre Europa y América
Minuto 17:10
Gustavo Gimeno tiene la posición privilegiada de estar al frente de dos formaciones de prestigio a ambos lados del Atlántico.
Lo que le permite ver los pros y los contras de los diferentes sistemas y su desarrollo en esta nueva normalidad en el mundo de la música.
En Europa, en términos generales, las orquestas tienen un gran apoyo estatal.
Algo que no ocurre en América.
Donde las orquestas se financian a través del mecenazgo, sponsoring y otras alternativas de capital privado.
El apoyo estatal hace que en Europa la nueva normalidad se inicie desde le compromiso con esa financiación pública y el compromiso del sector con la música y su público.
Pero en América es bonito también ver la implicación de esa gente que financia las orquestas, público incluido, como algo suyo.
La sensación de estar enamorado de tu orquesta o tu teatro puede verse más potenciada al otro lado del Atlántico.
Y esto puede hacer que el futuro del sector se vea afectado de manera distinta por esa diferencia.
Incertidumbre y esperanza
Minuto 19:06
Con lo que me quedo de esta maravillosa conversación con Gustavo Gimeno es con ese mensaje de esperanza que proclama.
A pesar de que la incertidumbre es todavía grande.
Para profesionales e instituciones.
Con emprendedores y músicos autónomos a los que no debemos olvidar en estos momentos.
Pero también ejemplos como la Mahler Chamber Orchestra nos pueden dar esperanza.
Con una orquesta privada que ha estado a punto de desaparecer pero que gracias a la solidaridad y el esfuerzo de sus músicos parece haber salvado este momento de incertidumbre.
Situaciones que esperamos no se produzcan en el futuro y que juntos podremos evitar.
Quiero agradecer especialmente a Gustavo Gimeno su sinceridad, calidez y cercanía.
Pero especialmente las pinceladas de luz que nos ofrece su testimonio en momentos donde la nueva normalidad trae también nuevas dudas y decisiones difíciles.
Profesionales como Gustavo son los que hacen de nuestra profesión una forma de vida inigualable.
Donde el servicio a los demás y aportar valores a la sociedad es más importante que nunca para reivindicar nuestro al sector de la música clásica.
Muchas gracias, Gustavo.
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