La innovación cultural es un activo necesario para el sector y va sin duda ligada al uso de la tecnología, Internet y las redes sociales.
Herramientas de cambio para un sector en expansión pero que sigue por detrás de los avances de una sociedad completamente volcada en el mundo online.
Tendencia reversible, sin duda.
Pero que necesita de un impulso innovador para mantenerse como valor añadido para las próximas generaciones.
Por eso hoy quiero hablarte de la innovación cultural.
Una tendencia que verás afianzarse en el año 2019.
Y que pasará por usar todo el potencial de la tecnología, Internet y las redes sociales.
Desarrollo tecnológico al servicio de la innovación cultural

La tecnología es sin duda el motor de nuestra sociedad.
Motor económico, pero también es un eje sobre el que gira nuestro progreso sociocultural.
Pero la tecnología es una oportunidad para hacer más asequible, además de comprensible, la cultura desde todos sus ámbitos.
El desarrollo tecnológico es un aliado para la innovación cultural en el siglo XXI.
Un elemento diferenciador imprescindible para acercar la cultura a todas las clases sociales y al mismo tiempo para preservarla y poder cedérsela a las generaciones futuras.
Soportes.
Aplicaciones.
Nuevos ámbitos de trabajo y comunicación.

Algo que es inherente al progreso del ser humano y que no es algo propio solo de los tiempos que vivimos.
Leonardo da Vinci o Gustav Mahler, junto con muchos otros en diversos periodos de la historia, fueron a su manera responsables de la evolución cultural de sus sociedades.
Inventando y revolucionando la forma de entender la cultura de la mano de la tecnología de su época.
Usando los medios más avanzados a su alcance o desarrollando otros.
Hoy podemos usar la tecnología de nuestra época para preservar el legado de la cultura como Patrimonio de la Humanidad.
Pero también para que el mundo de la cultura siga explorando nuevas formas de expresión y comunicación para conectar con la sociedad de su tiempo.
Internet y las redes sociales en el mundo de la cultura
Estarás de acuerdo conmigo en que Internet nos ofrece maravillosas posibilidades para comunicarnos, desarrollarnos, colaborar con los demás y conocernos mejor a nosotros mismos.
Como individuos o como organizaciones.
Y se abren nuevas posibilidades que nos van a permitir que la cultura sea capaz de experimentar formas de promoción, comunicación, desarrollo y creación desconocidas hasta ahora.
Internet y las redes sociales en la cultura para hacer que esta sea más inclusiva.
Pero también más fiable en sus objetivos.
Internet ha dado lugar a nuevos modelos de negocio circulares y economías colaborativas que se presentan como verdaderas alternativas para la innovación cultural.

Prestando especial atención a las nuevas tendencias generadas por estos soportes como el blockchain, una oportunidad de cambio para nuestras organizaciones culturales.
Inmensas posibilidades para todos.
Pero tampoco olvidando la promoción desde las nuevas formas de entenderla.
Como nos enseña el Inbound Marketing o las posibilidades creativas de la que la creación artística colaborativa se está nutriendo.
Internet y las redes sociales nos pueden ayudar a detectar nuevas tendencias o ayudar a desarrollarlas.
Conectando y descubriendo nuevos públicos que aseguren una demanda necesaria para la supervivencia del sector de la cultura.
Con herramientas al servicio de una generación que por las posibilidades que se le ofrece, debería ser mucho más ambiciosa.
Haciendo de la innovación cultural una oportunidad para seguir creciendo y llegando a nuevos públicos.
Reinventar las organizaciones culturales
Las oportunidades son ilimitadas para la innovación cultural en el siglo XXI.
Pero no solo hacia afuera.
Sino hacia adentro.
La tecnología, Internet y las redes sociales nos pueden ayudar también a crear nuevas organizaciones culturales.

Donde la transparencia ayuda a trasladar las decisiones directivas a toda la organización.
Las organizaciones piramidales desaparecen en favor de la innovación cultural transversal.
Como ejemplo para una sociedad necesitada también de nuevos modelos participativos.
Donde la interacción es la base del proceso creativo.
Por eso el mundo de la cultura tiene un reto único.
Usando la innovación cultural para transformar nuestras organizaciones en empresas creativas basadas en el contacto con el público.
Situando la cultura en el centro de nuestra sociedad.
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