Alguna vez te lo has preguntado.
¿Son directivos y redes sociales compatibles?. ¿Y en una orquesta?.
A lo mejor tu jefe debería ser más visible en internet o conocer mejor las posibilidades de este medio lleno de oportunidades.
De todas maneras, sabes que las orquestas españolas, aunque tímidamente, empiezan a apostar por la presencia en los nuevos canales de comunicación 2.0.
Como voy a explicar dentro de unos días en las III Jornadas AEOS sobre tecnología, desarrollo e innovación en la orquesta moderna.
Sin embargo no se puede decir que los encargados de gestionar las orquestas estén presentes de manera muy activa en estos medios.
Una decisión personal muy respetable, por más que no termines de entenderla.
Falta de tiempo, seguramente.
O de interés.
Quizás ambas cosas y una mezcla de falta de información.
Sinceramente no lo sé.
Pero sin duda este puede ser un factor que no termine de ayudar a que tu organización desarrolle un plan estratégico integral que tenga a empleados, directivos y redes sociales como base de promoción y contacto con vuestro público.
Los mercados son conversaciones.
Siempre lo han sido.
Y las orquestas tienen que acostumbrarse a que deben que salir a buscar a su público porque dependen de él. También financieramente.
La aparición de internet ha facilitado a todas las organizaciones un medio inigualable para reforzar esta relación entre el consumidor y sus productos favoritos.
Cubriendo necesidades, o creándolas.
En 1999 Fredrick Levine, Christopher Locke, Doc Searls y David Weinberger, escribieron el manifiesto Cluetrain. En él se ordenan 95 conclusiones donde se predice la nueva relación que internet facilita entre las empresas y los consumidores de la nueva realidad digital.
El ocaso de la empresa convencional, lo subtitularon.
El ocaso de la orquesta convencional, diría yo.
[Tweet “El manifiesto cluetrein es más actual que nunca para las empresas y sus empleados”]
No saber ver las oportunidades que ofrecen estos nuevos canales, comprometería seriamente la existencia de nuestras orquestas, algo que ya predecían en su escrito estos 4 visionarios para cualquier empresa.
15 años más tarde de la redacción de este manifiesto, las redes sociales no sólo han supuesto una confirmación de estas conclusiones sino que las han reforzado e incluso las han soprepasado, precipitando sus consecuencias.
La información se comparte a través de internet entre las personas sin que nosotros podamos hacer mucho por controlarla (afortunadamente).
Pero gracias a las redes sociales, podemos participar en esa conversación creando comunidades e influyendo en ellas desde el respeto y la emoción.
Te recomiendo que leas el manifiesto, especialmente si tienes algún puesto de responsabilidad en una entidad cultural.
O házselo llegar a tu jefe para que lo haga.
Todas las empresas, continúa el manifiesto, necesitan bajarse del pedestal tradicional donde las jerarquías eran más importantes que los verdaderos valores de la empresa.
Más en una orquesta.
Donde todos sus empleados son activo fundamental en cualquier estrategia de la misma.
Todos lo más cerca posible de la sociedad.
De su público.
¿Deben los directivos de las orquestas tener entonces presencia en las redes sociales?
Sin duda.
Yo lo afirmo rotundamente.
Al menos el directivo de una orquesta debe tener un profundo conocimiento de las mismas para ser capaz de decidir de manera objetiva si suponen una oportunidad para su empresa o no.
[Tweet “El directivo de una orquesta debe tener un profundo conocimiento de las redes sociales”]
Y si decide que no, debe ser desde el conocimiento de las mismas y su potencial.
Aunque tú ya sabes que a mí no se me ocurre ninguna razón para no estar en ellas.
Pero de manera profesional.
La música es comunicación en sí misma. Expresión en estado puro.
Las redes sociales también.
Y el público quiere comunicarse con nosotros y nuestras instituciones. Conocer a sus empleados y conversar con ellos.
Con sus músicos y sus directivos.
La transparencia de conversar de igual a igual.
La emoción de la herramienta de fidelización más antigua del mundo: el diálogo.
Y por eso los líderes de las grandes empresas empiezan a darse cuenta que ya no es suficiente sólo con incluir a sus empleados en las estrategias social media de sus empresas. Ellos mismos deben implicarse en esta labor.
Y esta implicación debe ser articulada dentro de un plan diseñado meticulosamente e integrado dentro del plan de marketing de la orquesta.
El público quiere personas, no directivos.
Cada día más, la sociedad quiere saber que los que se encargan de dirigir sus instituciones, son personas como ellos.
Algo que sabe muy bien Carina Szpilka, CEO de ING España.
Karina ya no es sólo una persona que usa Twitter de una manera cercana y en conversación continua con sus seguidores, sino que además tiene un blog en el que comparte ideas muy inspiradoras en todo aquello que se refiere al liderazgo en la era digital.
Karina piensa que debemos replantearnos el liderazgo en estos tiempos empatizando y sabiendo ponerse en el lugar del otro, volcando toda la inteligencia colectiva de la organización en el afán de dar a los clientes (el público en el caso de las orquestas) aquello que necesitan.
Y las redes sociales ayudan enormemente en esa tarea.
El público ya no quiere ir sólo a nuestros conciertos.
Necesita conectar con las personas que hay detrás de esa música, de esa orquesta, de esa entidad cultural. Con sus responsables y sus músicos.
A nivel personal o corporativo.
Incluso ambos a la vez.
Y si un dirigente de una orquesta es visible de manera transparente en redes sociales, está reforzando la imagen de su empresa.
Modernidad, cercanía y transparencia.
Otro ejemplo en el mundo no musical.
Marcos de Quinto: presidente de la división ibérica de Coca Cola.
Tuitero influyente con un índice Klout de 64 puntos sobre 100. Pero lo mejor de este ejemplo es que él usa Twitter de manera personal.
De hecho como ves en su perfil, no dice de manera explícita el cargo que tiene en Coca Cola.
Algunos seguidores lo saben, y otros no.
Sin embargo, no renuncia por ello a ser él mismo en las redes sociales. Lo que incluso aunque no corresponda a una estrategia empresarial, refuerza su imagen personal y la de su cargo en la empresa.
De dentro a fuera y viceversa.
Inspirador y revelador, ¿no crees?.
Los miedos del directivo de una orquesta a dejarse ver en las redes sociales
Sobre todo tiene miedo a lo desconocido.
Miedo a hacer el ridículo o a no cumplir las expectativas. A equivocarse o a las críticas de los demás.
Incluso miedo al qué dirán sus superiores, sus músicos o los miembros del equipo técnico.
Miedo a que directivos y redes sociales sean incompatibles para su entorno. Miedo a que las excusas que se pone para no estar en ellas, sean demasiado frágiles.
Miedo al miedo.
Pero asumir el riesgo de dar ese paso adelante, sería un gran avance. El comienzo del cambio.
Porque significa que se acepta la actual situación en la que la música y la cultura se encuentran.
Que los conciertos pedagógicos y en localizaciones diferentes ya no son suficientes si no se interactúa con la sociedad. Y la sociedad está en las redes.
No nos espera y nos lleva mucha ventaja.
Al menos, si tu jefe decide no dar ese paso a nivel personal, espero que finalmente lo haga por vosotros.
Por todos nosotros.
¿Me dices qué le parece?.
“La aparición de internet ha facilitado a todas las organizaciones un medio inigualable para reforzar esta relación entre el consumidor y sus productos favoritos.
Cubriendo necesidades, o creándolas.”
El párrafo en este post que resume una realidad que no veo por qué puede ser cuestionada cuando las mismas redes sociales presentan al internauta publicidad de empresas que pagan por aparecer cada vez que tú entras a tu cuenta en las redes sociales.
Alejandro Sanchez Pizard, de Posicionamiento Web en Uruguay
Hola Alejandro,
el tema de la publicidad en redes sociales, es tan controvertido como el de la publicidad que usan los grandes buscadores como modelo de negocio. Es indudable que en ambos casos, existe un sistema lucrativo que favorece el uso gratuito por parte de los usuarios de unas herramientas muy potentes.
Información y privacidad a cambio de gratuidad. Un tema apasionante sobre el que estoy preparando un post. Pero sigo pensando que tanto buscadores como redes sociales, son herramientas fundamentales para las empresas del sector cultural en una sociedad cada vez más volcada en estos medios.
Un saludo.