Que me perdonen los gurús del marketing online, pero no estoy de acuerdo con que vivamos el comienzo de una nueva era. El marketing de contenidos no ha muerto para dar paso al marketing social.
El marketing de contenidos evoluciona para convertirse en marketing conversacional. Que es distinto.
Pienso que estamos sufriendo un verdadero efecto invernadero provocado por el calentamiento global que tiene lugar en las redes sociales por su propia evolución natural. Saturación de contenidos idénticos , baja calidad de los mismos y sobreexposición de los usuarios. Esto sumado a la falta de planes profesionales en social media por parte de las empresas, hace que la amenaza del cambio climático en el marketing online, empiece a ser una realidad.
Pero no por ello pienso que se esté matando ninguna tendencia ni se esté cerrando ningún ciclo.
El marketing social es posiblemente uno de los conceptos que más se están usando como nueva tendencia en la publicidad asociada al social media. Muchos expertos vaticinan incluso la muerte del marketing de contenidos en favor de este nuevo fenómeno.
Pero yo no creo que sea así.
O al menos no del todo.
El marketing conversacional es el que se está imponiendo como evolución natural del marketing tradicional de contenidos. Es así también como lo ve Steven van Belleghem, autor de “The conversation company” (libro que recomiendo especialmente). El consumidor quiere conversar con las empresas en las redes sociales, y los profesionales del medio tenemos que crear contenidos que fomenten dicha conversación.
Buscar la primera página de Google como objetivo, no es ya buena estrategia.
Se ha abusado de técnicas SEO para posicionar contenido que por su calidad no lo merecía. O lo merecía menos que otros contenidos cuyos autores no se preocupaban (o no sabían) tanto de este aspecto. Y a lo mejor por ello Google está acentuando la parte social de lo que publicamos y premiando la calidad en detrimento de las técnicas que tenían por objetivo casi exclusivo el posicionamiento.
También es cierto que la unificación que está ocurriendo en las redes sociales hace cada vez más complicado el crear contenido distinto para cada una de ellas. Copian entre ellas su funcionamiento hasta el punto de parecerse cada vez más las unas a las otras, lo que es un problema donde se encuentra quizás la clave para la solución a este problema climático del mundo online: el efecto invernadero en social media.
¿Contenido diferenciado para redes que cada vez se parecen más entre ellas para fomentar la conversación?
Este es precisamente el dilema que nos plantea Gema Molina en su último artículo Hello, hello… Marketing social 3.0, en su blog Social with it.
En esta excelente entrada, Gema da nombre a este nuevo fenómeno marketero: el marketing social 3.0. Aquel que crea contenidos específicos para los lectores sociales en las distintas redes en las que se encuentran. Contenido de calidad adaptado a los distintos medios. Y apunta el problema que dificulta cumplir estos objetivos: la globalización de las redes sociales.
Marketing de contenidos socializados y adaptados a cada red, para fomentar la conversación entre clientes y entre estos y las empresas. Pero aunque por un lado la tendencia nos empuja a crear contenidos sociales, las distintas redes nos lo impiden…
Yo pienso que los contenidos deben atraer al público se encuentre donde se encuentre. Hoy en día el consumidor tiene el poder de decidir sobre los que buscamos atraerles hacia nuestras webs o productos. Y eso es lo que Google nos ha recordado en su última actualización.
Calidad y además social. Pero ante todo contenidos.
Somos los profesionales los que tenemos que romper esa tendencia globalizadora y reivindicar las calidad por encima de todo y de todos. Especialmente en el mundo de las cultura y las artes escénicas.
Por nosotros y por nuestro público.
Por eso no creo que el marketing social sea el comienzo de una nueva tendencia. De hecho es un término creado antes que las propias redes sociales por Philip Kotler y Gerard Zaltman en los años 70. Detectar gustos y tendencias sociales para crear productos o contenidos. Esto ya estaba inventado.
Hoy en día es además importante contar historias para gustar, convencer y conversar.
Como lo ha sido siempre.
Pero las mentiras, piadosas o no, no son historias válidas para vender hoy en día y el consumidor tiene el poder de castigarnos y hacernos cambiar de opinión ejerciéndo ese poder en las (todavía afortunadamente) distintas plataformas sociales.
Y todo a pesar del efecto invernadero producido por la evolución de estos medios, a los que los profesionales del sector debemos buscar respuestas rápidas para evitar el cambio climático social media que se avecina.
¿Y tú qué opinas? ¿Notas también que hace más calor y llueve menos?
Me ha gustado mucho el símil que has aplicado. A mí también me parece que hay un “calentamiento global” en torno a este tema y, además, no creo que estemos ante el final de una etapa ni mucho menos. No comprendo el gusto que tienen algunos por estar constantemente poniéndole fin a las cosas.
Creo que todo tiene su evolución y así está ocurriendo con el marketing de contenidos hacia el marketing social. Una evolución que, por otro lado, me parece de lo más lógica: ¿no se supone que el marketing de contenidos está pensado (entre otras cosas) para generar un vínculo más cercano con posibles clientes? Ya solo con esa idea no deberíamos sorprendernos tanto de estar hablando de marketing social. Era evidente.
Tampoco creo que estemos asistiendo a una superrevolución en el modo de relacionarnos con nuestros respectivos clientes. Creo que el ser humano es, y ha sido siempre, un animal social y que si no habíamos desarrollado antes este tipo de relación en redes empresa-cliente ha sido sencillamente porque la tecnología no lo ha permitido hasta ahora. ¿O acaso es nuevo el concepto de ir a comprar a X tienda porque conoces al vendedor y porque éste te da confianza?
No me parece que en este siglo hayamos inventado nada nuevo, sino que todo está evolucionando de forma natural, adaptándose a los nuevos canales de comunicación que la tecnología pone a nuestro alcance.
Felicidades por la entrada, David, muy inspiradora.
Saludos,
Lourdes Yagüe
Muchas gracias Lourdes por tu aportación. Estoy totalmente de acuerdo contigo.
Creo que internet y las redes sociales sólo han ayudado a reforzar ese lado social que mencionas y que es propio del ser humano. Por eso creo que debemos huir de la artificialidad que se empieza a extender en la relación empresas-clientes por internet. Todo el mundo echa de menos el tendero que conoce a todo el barrio y que siempre tiene un historia que contar aunque no compres nada en su tienda. Exactamente que un buen blog personal o corporativo. Compartir sin esperar nada a cambio. Ese ha sido el mejor marketing. El de toda la vida.
Y creo que Google está acertando con perseguir ese efecto invernadero que estamos provocando en las redes con tanta contaminación. Todo el mundo es experto, nadie necesita un plan, y sin embargo todos estamos saturados y sufrimos las consecuencias.
Igual va siendo hora de pensar en un protocolo de Kyoto para volver a los orígenes: contenidos de calidad diferenciados para fomentar la conversación.
Saludos cordiales.