
Eres tú quien va a salvarnos.
Y por eso te mereces el reconocimiento de todo el que te rodea.
Empezando por el mío.
Tienes miedo.
Lo sé.
Yo también.
El miedo es una parte inseparable de todos y todas que los que, como tú, poseen el valor de enfrentarse a él.
O de los que, como yo, intentamos aprender de los que sois capaces de vencerlo.
No por tener miedo dejas de hacer aquello que sabes es tu deber.
Y lo has decidido.
Es posible que sin saberlo.
Pero has elegido luchar.
De la mejor manera que sabes y puedes.
Sin grandes medios.
Ni esperando grandes reconocimientos.
Solo con tu vida como si fuera la de todos.
Y la de todos la tuya.
Te sale de dentro.
Crees en lo que haces y lo harás hasta el final.
Por eso, con lágrimas en los ojos, quiero darte las gracias.
Gracias de corazón.
Anónimas.
Respetuosas.
De sincera admiración.
Porque ninguno de nosotros esperaba todo esto.
Ni sabemos dónde ni cuándo terminará.
Pero gracias a ti y a todos esas mujeres y hombres de valor que te acompañan en esta batalla, lo hará.
Llegará a su fin.
Estoy seguro de ello.
Por eso mis lágrimas.
Una forma de aplaudir con emoción.
No como en un concierto.
Sino en silencio.
Tampoco me sale decírtelo en estos momentos de otra manera.
Es cierto que no se tu nombre.
Perdóname si no lo he preguntado.
No he tenido el valor para hacerlo.
Por eso mis lágrimas.
Porque esto es algo que suele ocurrir a tantos héroes y heroínas desde siempre.
Ninguno muere por culpa de su enemigo.
Sino por el olvido de los que salvaron
Por eso mis gracias.
Mis lágrimas.
Y esta carta.
Para intentar que nadie lo haga contigo.
Leer tu texto me ha resultado muy conmovedor. Ojalá todos seamos muy conscientes de que siempre tenemos a nuestro alrededor personas lo dan todo para todos! Ahora se hace más claro.
David, muchos ánimos para todo y gracias!
Querida Véronique,
muchas gracias gracias por tus palabras y por la reflexión. Son tiempos difíciles pero sin duda nos van a servir para crecer y salir más fuertes unidos como sociedad. Gracias a todos esos héroes sin nombre.
¡Saludos y ánimo!
Gracias por tus palabras, David. Són un
gran consuelo para mí y me animen mucho.