¿Has probado a hacerte un selfie y enviárselo a los responsables de marketing de tu empresa para que lo usen en su promoción? ¿Un selfie musical si se trata de una orquesta?.
Si lo has hecho, ¿te han ignorado? ¿te han dicho que estás loco?. Dime por favor cual ha sido el resultado porque hay muy pocos casos como el tuyo.
Y si no lo has hecho todavía como creo que será lo más probable, espera a terminar de leer este post porque te voy a proponer un experimento.
Pero espera.
¿Sabes lo que es un selfie?
Un selfie es básicamente un autorretrato hecho por tí mismo con tu smartphone.
Normalmente se usa para compartir momentos especiales de una persona o de un grupo o para enseñar un lugar donde se ha estado. Aunque siempre haya que elegir un buen momento para hacerlo, no como hizo Obama en el funeral de Mandela ante desesperación de su mujer…
En mi caso, mi selfie de portada lo he hecho mientras escribía estas líneas. Así sirvo de ejemplo a lo que te quiero proponer más adelante. Y también conoces el lugar donde escribo en mi post, mi estudio. Que es también donde preparo mis conciertos, como puedes ver en el atril que también se ve en la foto.
¿Cuál ha sido tu primera impresión al ver mi selfie?
Estoy abierto a todo tipo de comentarios y sugerencias sobre mi look, el orden de mi estudio, etc., pero estoy seguro que al menos te ha sorprendido en un primer instante. Después o te ha provocado una sonrisa, o te ha movido la curiosidad para conocer mi entorno.
O te ha producido rechazo, que también podría ser.
Pero seguro que no te ha dejado indiferente. Menos que si hubiera usado una foto de estudio muy bien preparada y con una pose interesante.
Y eso es precisamente lo que un selfie puede causar en las redes:
- Sorpresa
- Admiración
- Decepción
- Curiosidad
- Diversión
- Rechazo
¿Y por qué? porque todos buscamos en las redes el lado personal del que nos habla. Especialmente si los que lo hacen son marcas. Y muchas de ellas se han dado cuenta de la capacidad que tiene un selfie a la hora de personalizar su imagen y dar un toque personal a sus relación con sus clientes.
¿Y en el mundo de la música?.
Existen sin duda los selfies que se hacen músicos en las pausas de los ensayos de manera individual o en grupo o incluso durante los mismos ensayos (no lo recomiendo). Muchos de ellos se fotografían al final de los conciertos o son fotografiados por su propio público.
¿Y por qué no usamos estos selfies para conectar todavía más con nuestro público en las redes? ¿Es un selfie musical una buena herramienta de marketing?
Yo creo que sí.
Y por eso quiero proponerte un experimento.
Envíame tus selfies musicales a través de las redes sociales o de mi blog y organizamos una votación para elegir es el más original de todos. No es necesario que seas músico o que trabajes en una orquesta o colectivo musical.
Sólo tienes que aparecer tú con algo relacionado con la música a tu alrededor. Puede ser en un concierto, o en tu salón escuchando música. Ten en cuenta que la originalidad es siempre un punto a tener en cuenta en las redes.
El selfie ganador será publicado en mi blog y su autor tendrá la posibilidad de recibir una clase gratis de música o de social media marketing (dependiendo de lo que quiera mejorar más) de una hora en el encuentro “Social Media Musical” que estoy organizando en Julio en Peñafiel.
Para hacerme llegar los selfies puedes hacerlo de las siguientes formas:
- Twitter: con el hashtag #selfiemusical o mencionándome con @peraltadavid
- Facebook: a través de la nueva página de mi blog en Facebook
- Google +: con el hashtag #selfiemusical y/o mencionándome con +David Peralta Alegre
- A través de email: lo encontrarás en la parte superior derecha del blog. Los archivos deben ser menores de 1 Mb
Las votaciones se harán en Facebook durante la última semana de Junio. Así que tienes de tiempo para enviarlo hasta el 25 de Junio.
Entre tanto iré publicando semanalmente en mi blog todos aquellos que reciba.
¿Me ayudas a dar al sector musical otra herramienta de promoción en social media con tu selfie musical?.
Foto Obama: ROBERTO SCHMIDT/AFP/Getty Images (via www.businessinsider.com/)
Muy original, y completamente de acuerdo en que hay que buscar nuevas formas, aunque sean raras, de comunicarte con otras personas o con tu futuro jefe.
La primer impresión que me ha dado es que ya no hay “alguien” detrás de este blog, sino que estás tú. Un saludo!
Gracias Ismael, eso es precisamente lo que he procurado. Detrás de mi blog, estoy yo intentando conectar con vosotros. Tal y como soy y aparezco en mi foto.
Y una orquesta, como cualquier empresa, está formada por decenas de historias que sus trabajadores pueden contar a su público.
Y una imagen vale más que 1000 palabras ;). ¿Te animas a mandar el tuyo? .
Saludos!
Sí! aunque como este tipo de cosas, cuanto menos se piensa más efectivo es, a veces… Así que esperaré el momento justo y te la envío! 😉 Saludos.
Desde luego Ismael. Una característica fundamental del selfie es la frescura. Cuanto más preparado más artificial. Así que a esperar a que el momento llegue :). Saludos.
Me apunto David!!!! Dame unos días y lo mando!!
Muy chula la iniciativa!!!
Por cierto, tu estudio muy cuqui y los dibujos de los peques me encantan!!! Tú como siempre…….muy simpático!!!!
Hasta pronto!!!!
¡Genial Pilar! Me alegro que te guste mirar por esta ventanita en mi realidad offline ☺. Espero tu selfie para publicarlo. Saludos!
claro que me gustaría participar en el experimento! De hecho, ya tengo dos “selfies” en video, pero no lo son exactamente; han sido grabados por otros, pero a petición mia. Esto sigue considerándose como un selfie? Si te interesa, te lo mando, un abrazo
Frano
Hola Frano, gracias por tu interés en este experimento. La verdad es que estrictamente un selfie debe ser tomado por uno mismo y debe ser una foto. Tan sencillo como coger el teléfono y hacerte la foto tú mismo.
También puedes hacer la foto delante de un espejo. Es otra posibilidad.
Estoy recibiendo los primeros selfies y creo que va a ser un experimento muy simpático :).
Un abrazo.
Me apunto también buena iniciativa…bendiciones
Me apunto a este blog
Bienvenido, Samuel y gracias por pasarte por aquí.